El chavismo fracasó. Tras quince años en el poder y el manejo de miles de millones de dólares a su antojo el saldo es un país arruinado que hoy vive la peor crisis de la historia reciente. El modelo chavista destruyó la economía, desmanteló la institucionalidad y profundizó los problemas del pueblo. Ni siquiera el gigantesco aparato propagandístico oficial puede tapar las colas para adquirir productos de primera necesidad, ni el ubicuo "no hay" de las estanterías. El fracaso se extiende a todos los sectores y es el pueblo el que paga los platos rotos, como bien saben los pacientes de cáncer que no encuentran yodo para sus tratamientos.
La respuesta del gobierno, lejos de la rectificación, ha sido la prepotencia. Desconociendo a los venezolanos que reclaman, el régimen inventa conspiraciones, golpes "suaves" y apela al insulto y a la ofensa. La respuesta del pueblo ha sido la protesta. No sólo protesta, con sobradas razones, la clase media. Protestan los sectores populares ante la falta de gas doméstico, los médicos por el colapso de la red pública, los estudiantes y los jóvenes por la falta de oportunidades, las comunidades organizadas por las fallas de los servicios públicos, las madres por la violencia que el año pasado enterró a más de 24 mil venezolanos.
En un ataque más de esa esquizofrenia política a la que nos tiene acostumbrados, el gobierno llama a un "diálogo" mientras continúa ofendiendo a medio mundo. No busca, en realidad, resolver la crisis, sino apaciguar la protesta. Lo que quiere es la foto, la pantalla, la sensación de normalidad y de un país que funciona. En esas condiciones, es imposible atender el llamado. Salir de la crisis pasa por reconocer que Venezuela va por mal camino y por atender el reclamo de quienes protestan en las calles.
Un diálogo sincero debe poner puntos claros sobre la mesa y trabajarlos, uno a uno, para avanzar. Desde la Alternativa Democrática hemos propuesto diez que consideramos claves en este sentido: la libertad de todos los estudiantes detenidos y de todos los presos políticos; el desarme y desmantelamiento de los grupos paramilitares; el cese de la criminalización de la protesta, la tortura y la represión; el nombramiento de un mediador representativo entre las partes en conflicto; la apertura del sistema de medios públicos a todos los venezolanos y el fin del acoso a los medios privados; la elección de los magistrados del TSJ que tienen el período vencido, así como de los rectores del CNE, y el Contralor, como lo establece la Constitución; la salida de la política y del gobierno cubano de las FANB; detener la regaladera de nuestros recursos a otros países mientras haya necesidades en Venezuela; el impulso de la economía reuniendo a todos los sectores; y la publicación de la lista de empresas fantasmas responsables del robo de veinte mil millones de dólares a través de Cadivi, caiga quien caiga.
El gobierno nos metió en esta crisis de la mano de un modelo fracasado y malaconsejado por la soberbia. Si en realidad tiene la intención de superar la crisis debe abrir un diálogo sincero con la sociedad toda, orientado a soluciones. No es monólogo, no es show. Colocamos nuestra agenda sobre la mesa, ahora la pelota está en su cancha.
@danielfermin
No hay comentarios:
Publicar un comentario