El
pasado domingo Venezuela asistió a la elección de sus autoridades municipales.
Quisimos, desde este espacio, ofrecer un análisis más allá de los lugares
comunes. Es por eso que resistimos la tentación de publicar estas líneas
el lunes y que, por el contrario, nos tomamos hasta hoy para, contando con
números más consolidados y tras varios intercambios 'post mortem' sobre el proceso proceso
con amigos muy calificados en la materia, ofrecer nuestros pareceres sobre lo
que sucedió, buscando algunas claves y, sobre todo, las implicaciones para lo
que viene.
El contexto
El contexto en el que se
dan estas elecciones pasa por tres factores: el postelectoral del 14 de abril,
el económico y el relativo a las condiciones en las que se lleva a cabo la
contienda. Ocho meses antes del proceso para elegir a alcaldes y concejales
se había dado la proclamación de Nicolás Maduro por parte del Consejo Nacional
Electoral como Presidente de la República con una diferencia de poco más de
doscientos mil votos, equivalentes a 1,49%, con respecto a Henrique Capriles.
Desde el Comando Simón Bolívar sostuvimos que un cúmulo de
irregularidades sumaban votos 'chimbos' a Maduro que incidían en el resultado
final, por lo cual se procedió a impugnar la elección y a no reconocer a Maduro
como Presidente. Los obstáculos institucionales hicieron imposible una
auditoría en los términos en que se había ofrecido. Impidieron el acceso
a los cuadernos de votación, única herramienta que podía permitir la
verificación cabal de los resultados. Otras iniciativas se intentaron sin
éxito a nivel interno y se procedió a emprender acciones a nivel internacional.
Mientras tanto, sin embargo, Maduro ejercía el cargo en Miraflores y se
impuso, de hecho, como Presidente. De modo que para el elector crítico al
gobierno era una píldora muy difícil de tragar aquello de que hubo un 'fraude'
pero igual había que ir a votar. La Alternativa Democrática tuvo, pues,
que pedir un grado de madurez política importante a quienes le habían dado el
voto el 14A para votar a pesar de lo anterior. El peso de esa cola fue
muy grande, a pesar de los argumentos expuestos por la Unidad.
2013 fue un año
absolutamente caótico en el plano económico. El gobierno nacional devaluó
la moneda, hipotecó el futuro de los venezolanos y sumió al país en una
profunda crisis. El fracaso del modelo económico chavista se hizo
evidente y redundó en una inflación desbordada, escasez de todo tipo de
productos, desabastecimiento y alza del costo de la vida. Desde la
Alternativa Democrática insistimos en el tema económico pero no pudimos, o no
supimos, traducir el descontento en votos. En la recta final de la
campaña el gobierno, haciendo uso de su hegemonía comunicacional, lanzó la
tesis de la "guerra económica", culpó a la oposición y a los grupos
productivos (los pocos que quedan) del colapso económico y, luego, intervino
directamente para bajar los precios en varios sectores, comenzando por tiendas
de electrodomésticos y expandiendo la iniciativa rápidamente a establecimientos
de ropa y calzado, jugueterías y otros ramos. El llamado "efecto
Daka" o "Dakazo" rindió sus frutos: las encuestas muestran que
el gobierno, culpable de la situación económica en primer lugar, tuvo una
recuperación importante que tendría luego rédito electoral para los candidatos
del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Por último, en lo que al
contexto de la elección se refiere, está el tema de las condiciones
electorales. Estas estuvieron signadas por un grosero ventajismo
oficialista, quizás el más descarado que hayamos visto. Los recursos del
Estado se pusieron a disposición de las candidaturas rojas: ambulancias pegando
pendones, el sistema nacional de medios públicos en campaña descarada a favor
del PSUV, decreto del "Día del Amor y la Lealtad" a Chávez el mismo 8
de diciembre. Un CNE desprestigiado para la mitad del país no hizo
absolutamente nada para encarar esta situación. La Unidad, más allá de
dejar constancia de los hechos y las desproporciones en varias denuncias
introducidas ante el órgano electoral, nada pudo hacer para combatir esta
situación.
De modo que el 8D nos
llega ante el escenario de una oposición que en gran parte estaba desmoralizada
y frustrada, con un país en crisis económica que sin embargo contaba con las
desquiciadas medidas efectistas y electoreras de un gobierno inescrupuloso y
con una campaña tremendamente desigual en la que el CNE actuó, en voz de cuatro
de sus rectores principales, como aliado del partido de gobierno.
Lo que se logró
En medio de este panorama
adverso la Unidad Democrática logró victorias significativas en todo el país.
En el Área Metropolitana de Caracas logramos la mayoría de los concejales
y cuatro de los cinco cargos ejecutivos, al conservar las alcaldías de Sucre,
Chacao, Baruta y El Hatillo. También en la Gran Caracas, y derrotando una
candidatura especialmente ventajista, la Unidad retuvo la Alcaldía
Metropolitana. Asimismo, la Alternativa Democrática se hizo de cuatro de
los cinco municipios de mayor población electoral en todo el país: Maracaibo,
Iribarren (Barquisimeto), Valencia y Sucre (Petare). Además, arrebatamos
a la coalición oficialista espacios importantísimos como Maturín, Barinas y
ocho municipios en los que el 14A había triunfado Maduro. Con respecto a
las últimas elecciones municipales, de 2008, hubo un crecimiento sostenido en
todo el país y de 51 alcaldías que gobernaba la Unidad, son hoy casi 80 las que
están en manos de los sectores democráticos. Contamos, además, con
concejales en todas las Cámaras Municipales del país, incluso en aquellas en
las que antes no teníamos participación alguna. Ellos serán clave para
construir la Alternativa Democrática en cada uno de sus municipios y para
controlar la gestión de los alcaldes.
Las derrotas
Sería irresponsable
caernos a coba con los resultados del domingo. La verdad es que, en gran
medida, no se lograron los resultados esperados. La intención
plebiscitaria del proceso electoral fracasó y la oposición no logró que los
electores castigaran con su voto los primeros meses del pésimo gobierno de
Maduro. El PSUV logró sacar casi 5% de brecha a la MUD en el voto
nacional, la mitad de los municipios que la Unidad contaba como
"seguros" se perdieron y mientras el oficialismo logró retener 70% de
su base electoral del proceso anterior, la Unidad sólo logró hacer lo propio
con el 60% de los suyos. Se perdió la joya de la corona: el Municipio
Libertador de Caracas, capital de la República y la abstención, aunque
"normal" para procesos de corte municipal, perjudicó más a los
"nuestros" que a las opciones rojas.
Las interpretaciones
Hay un dicho que reza que
"existen las verdades, las mentiras, y las estadísticas". Los
resultados del pasado domingo han dado para todo. Ambos factores se
atribuyen el triunfo con todo tipo de argumentos, algunos medianamente verosímiles
y otros que rayan en lo ridículo. A lo interno de las coaliciones
políticas los partidos hacen magia para destacarse como el más fuerte de sus
respectivas manadas. Las primeras interpretaciones del 8D se han
concentrado en el plano mediático. Más allá del fetiche comunicacional,
debemos sostener una discusión seria, abierta y sensata para ver qué pasó, por
qué no salieron las cosas como queríamos y qué correctivos son necesarios.
El primer reto que deja el 8D es la voluntad de revisión, reflexión y
rectificación de los partidos y dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática
con respecto a los resultados y sostener a lo interno una discusión franca que
permita poner los pies en la tierra para poder avanzar.
Por otro lado, el domingo
ganaron 17 candidatos disidentes: 13 del oficialismo y 4 de la oposición. Estos
son alcaldes que triunfaron al margen de la Mesa de la Unidad Democrática y del
Gran Polo Patriótico. En varios municipios del país la MUD quedó de
tercer y hasta de cuarto lugar. Estas son cosas que deben llevarnos a la
reflexión y a establecer los correctivos pertinentes. ¿Qué pasó allí?
Entre las explicaciones están la realización extemporánea de las primarias y la
subestimación de los liderazgos locales. Hay muchas más. Lo importante
es no barrer esto bajo la alfombra ni hacer como si no pasó nada. La
clave para superar las derrotas del domingo es corregir para mejorar.
No más atajos: el reto es
la Política
La oposición resolvió
apartarse de los atajos cuando decidió por la lucha democrática y electoral.
Superamos las aventuras fracasadas del paro petrolero, la plaza Altamira,
el golpe de estado y el irresponsable llamado a la abstención para ir a la conquista
de la voluntad del pueblo. No podemos subestimar la magnitud de este paso
que significó un gran acierto para los sectores críticos al gobierno y que se
tradujo en victorias inmediatas en el plano electoral.
El mandado no está hecho,
hoy la oposición democrática sigue teniendo retos y materias pendientes.
El mayor de estos es la consolidación de la actividad Política por encima
de lo electoral, de lo mediático y de lo circunstancial. Las elecciones
son parte esencial y necesaria, más no suficiente, de la Política. Año
tras año de estar en campaña permanente han agotado a los partidos en tareas
electorales en desmedro de la actividad Política.
Por otra parte, la
oposición estaba acostumbrada a contar con medios de comunicación aliados que
brindaban una vitrina a sus posturas y actividades. Cuando la censura, la
autocensura y los cambios editoriales le jalaron la alfombra mediática de los
pies a la oposición, en vez de aprovechar la oportunidad para volver a la
Política "de verdad", nos quedamos en la dinámica triste de gritar
más duro a ver si algún medio que quedase por ahí se apiadaba de pararnos y
sacarnos tres segundos al aire o publicarnos media cuartilla. Asimismo, y
por la conjugación de los dos factores anteriores y algunos otros, hemos colocado
reiteradamente lo urgente sobre lo importante.
Es necesario hacer más y
mejor Política. 2014, que se supone un año no electoral, es propicio para
ello. Para lograrlo, debemos superar los atajos que persisten: el pensar
que "la gente no entiende", que "no hay tiempo".
Debemos ir al trabajo intenso en las bases, a la discusión real de los
temas con y en las comunidades, construir nuestra propuesta de país a partir de
lo compartido, de la discusión, a la formación integral de nuestros liderazgos.
Debemos ir sin complejos a generar consensos. Dirán, y con razón,
que para esto se necesita de un interlocutor que esté dispuesto a hacer lo
mismo, y que el gobierno nacional no lo está. Si no podemos generar
consensos con el gobierno, es nuestro deber hacerlo con las bases, las nuestras
y las suyas. Venezuela no puede seguir dividida en una polarización
perversa que, por demás, es artificial al nivel de las comunidades. Desde
este espacio, la invitación es a hacer Política más allá de lo electoral, de lo
mediático y de lo circunstancial. La Política es eso. Es poco a
poco, es "conversadito". No será tan vistosa como el show y
ciertamente puede parecerle a algunos más 'aburrido'; no dará el
"caché" que da salir dos segundos y medio por televisión, pero sí es
la manera para avanzar, para sembrarnos en las comunidades y construir
liderazgos. No es imponer, es dialogar y convencer. No es la
aniquilación del contrario, es construir entre todos el país que es de todos.
Un mensaje final a
propósito del 8D: Nuestras felicitaciones a todos los concejales y alcaldes
electos. Ahora es que comienza el trabajo. No olviden jamás que
están allí por el favor del pueblo y que el desafío enorme es mejorar la
calidad de vida de los venezolanos de carne y hueso, de los que confiaron en
ustedes y de los que no lo hicieron, por igual, para lograr los cambios que
tanto necesitan los 335 municipios de nuestro país.
Notas sueltas
- Paralelos: Inconstitucional e inmoral la
pretensión del gobierno de imponer alcaldes paralelos en los municipios
donde perdió el PSUV. Asoman las intenciones en Maracaibo, Petare y
Barquisimeto. En el Área Metropolitana ya nombraron Ministro para la
Transformación Revolucionaria de Caracas al candidato perdedor Villegas.
Aquí es paralelo del paralelo, pues ya Chávez había designado a
Jacqueline Faría como Jefa de Gobierno. Con esto desconocen la
voluntad de los electores. Debemos oponernos firmemente a estas
estructuras ilegales en todos los planos, lo contrario es defraudar a los
venezolanos que dejaron clara su postura el domingo pasado.
- La
economía: El gobierno
decidió radicalizar el modelo chavista, por lo que 2014 pinta como un año
especialmente difícil en el plano económico. Acompañemos al pueblo
en lo que viene, haciéndonos solidarios, denunciando las políticas pero sobre
todo proponiendo otra vía, otro modelo económico para el progreso de los
venezolanos sin ningún tipo de complejos.
- La
Unidad: Es cada vez más
necesaria la Unidad en Venezuela. Sin chantajes, sin soberbia, sin
sectarismos. La Unidad más allá de los partidos y más allá de
"este lado". Valoremos y potenciemos lo que hemos construido y
vayamos a la construcción de lo que nos falta por hacer.
- El
que se cansa pierde: Desde aquí un
reconocimiento a todos los que lucharon con todo en esta campaña y a los
que siguen luchando sin desmayar por lograr el país que merecemos.
Nos toca a nosotros.
Algunas opiniones:
ResponderEliminar1) Totalmente de acuerdo con las condiciones en las que se participaron en las elecciones, pero tampoco ayudó el hecho de que las campañas no han estado bien enfocadas: ha habido un gran esfuerzo invertido en hacer campañas en municipios donde somos mayoria tradicionalmente (Chacao por ejemplo) en vez de apoyar / canalizar esfuerzos con personas que de verdad llegan a zonas donde normalmente no llega la alternativa democratica. Seguramente hay mucho que desconozco en este tema, pero es lo que alcanzo a ver.
2) La oposición (HCR) no ha liderado "EL" plan alterno, a veces pareciera que lo único que se propone desde la MUD es criticar lo que hace el gobierno. Si el gobierno dice "Blanco" automáticamente decimos "Negro" y si el gobierno dice "Negro" decimos "Blanco", pero nunca se plantea que existe una gama de colores y alternativas como las que sé que están en el plan de gobierno que se presentó en la candidatura de HCR a las presidenciales. No las domina? No las conoce? Por que no se construyó la campaña alrededor del mismo y solo nos concentramos en decir "el Chavismo es malo"?
3) Sobre el manejo de la crisis económica que ha causado el gobierno: La gran maquinaria mediática del gobierno ha calado en la gente con el cuento chimbo de la "guerra económica" porque esto no ha sido bien manejado en el discurso de la oposición. A mi en lo personal no me llega Julio Borges diciéndome todos los dias en la radio que la papa subió de 8 a 58 Bs según las cifras del BCV y que la culpa es de los que devalúan. Creo que deben enfocarse mas bien en llamar a la reflexión de quien ha tenido el control de cambio durante diez años? quienes han tenido el control de precios? quien ha tenido los ingresos petroleros mas grandes de la historia? quien ha quebrado el aparato productor del país estimulando la importación? quienes son los que han endeudado el país hasta nuestros nietos? y preguntas por el estilo que abran la puerta a pensar en un modelo alterno de gobierno distinto al fracasado cuentico de la revolución socialista bolivariana.
Bueno esto da para seguir escribiendo mas, pero ya tengo sueño.... otro dia te agrego otras opiniones!
Gracias por tus comentarios Camilo. Vamos por partes... En el primer punto que destacas tienes toda la razón, era necesario que el enfoque, en vez de estar en El Hatillo, se invirtiese en Catia, por ejemplo, o en Escuque (que era nuestra y la perdimos). Sólo una salvedad: esto no fue UNA campaña electoral, fueron 337 campañas de los 335 candidatos a alcaldes y los candidatos a las alcaldías metropolitanas de Caracas y Alto Apure. Con UN comando unificado es más sencillo decir "no des aquí, dale por allá", pero con campañas que son distintas, porque eran elecciones distintas, nada tenía que ver lo que gastaba, por ejemplo, Ramón Muchacho con lo que gastaba, podía gastar, o dejaba de gastar Pipo Ceballos en Guarenas o Efraín Yadala en San Fernando de Apure.
ResponderEliminarDe acuerdo absolutamente con tu segundo punto. En eso estamos muchos, intentando que se imponga la seriedad en el planteamiento por encima de la reacción y el simplismo. El debate que se abre sobre los precios de la gasolina es una buena ocasión para picar adelante, coincidir y más bien profundizar la propuesta. En cuanto a lo que dices del programa de gobierno, creo que los tiros van por donde dices, el marketing político se ha impuesto sobre la sustancia y la muchos de los que militan en la Unidad lo tienen engavetado o nunca lo conocieron para empezar.
Sobre la reacción a la debacle económica, debo advertir que se ha hecho un esfuerzo inmenso por machacar el tema todos los santos días. En eso Julio Borges ha sido fundamental, todos los días en los micros de la radio, todos los domingos en sus ruedas de prensa. Desde Primero Justicia hemos hecho del económico nuestro principal tema de protesta, pese a que algunos activistas se "aburren" de hacer siempre lo mismo y de estar comparando precios de tomates y ocumo. Pero ese es el tema, y le hemos dado duro, como le han dado duro todos los factores de la Unidad. No hemos logrado establecer en la gente la conexión entre el caos económico y el tema político. Si bien más del 70% de la población culpa al gobierno de la crisis (está medido), la Alternativa Democrática no ha sabido capitalizar ese descontento pese a estar todos los días en la calle, en los poquísimos medios que quedan, etc., dándole al tema económico. Es un reto pendiente....
Gracias de nuevo por tus comentarios.
Un gran abrazo y saludos por la casa.