Expertos nacionales e internacionales debatieron el jueves 14 de julio en el foro “¿Democratización? La Dinámica del Cambio Político en Venezuela”, acerca de la necesidad de buscar acuerdos a través de procesos de negociación para encontrar solución a los problemas del país.
En el evento organizado por el Centro de Estudio Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello (CEP-UCAB) participaron tres especialistas internacionales: José Woldenberg, expresidente del Instituto Federal Electoral de México durante la transición mexicana; Sergio Bitar, político e intelectual chileno, presidente del Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia; y Abraham Lowenthal, primer director general de América del Centro Woodrow Wilson y fundador de Diálogo Interamericano, experto en transiciones democráticas.
Los tres coincidieron en que la principal característica de los procesos de transición de sistemas autoritarios hacia una mayor democracia es la movilización de la sociedad y una dinámica de negociación entre las distintas fuerzas políticas.
Woldenberg afirmó que el estudio de distintas experiencias demuestra que los cambios políticos que dejan atrás sistemas autoritarios “son procesos donde la movilización social y la negociación se conjugaron de manera virtuosa. Las negociaciones entre las fuerzas políticas no hubiesen ocurrido sin las protestas que, a su vez, se caracterizaron por ser pacíficas y dirigidas por una oposición que siempre tuvo como norte impulsar reformas para garantizar pluralidad política y participación”.
Lowenthal destacó que el estudio de nueve casos de transición en distintos países señala que “se trató de procesos donde fue clave la participación de distintos sectores de sociedad, los sindicatos, la Iglesia y el liderazgo político. En todos hubo el reto de cómo unificar las fuerzas de oposición y marginar a quienes podían descarrilar el proceso y, al mismo tiempo, inducir a las fuerzas del orden autoritario a aceptar los cambios”.
Bitar indicó que “no hay transición sin negociación” y refiriéndose a Venezuela explicó que es vital alcanzar acuerdos que permitan enfrentar la crisis económica que no desaparecería con un simple cambio de gobierno: “Se necesita un piso para que la economía pueda estabilizarse en un contexto donde habría que avanzar hacia una economía post petróleo. Para eso es necesario un diálogo importante”.
Woldenberg plantea que Venezuela es un régimen híbrido que combina una Constitución democrática con prácticas autoritarias y en este sentido “tiene puntos de similitud con regímenes como el mexicano donde fue fundamental plantear la necesidad de la imparcialidad de órganos y procedimientos electorales, condiciones equitativas en cuanto al financiamiento de los partidos políticos y acceso a los medios masivos de comunicación. Además, se evaluó la fórmula de traducción de votos a escaños”.
“Por fortuna en Venezuela no se ha clausurado la vía electoral. Si se tuviera una normativa y una práctica electoral que llenara los requisitos de transparencia, participación, estoy convencido de que el mundo de la representación política sería otro y creo que allí hay una veta a explorar”, dijo Woldenberg.
Los venezolanos frente a la democracia: entre la ilusión y el pragmatismo
El foro también contó con la participación de Daniel Fermín, sociólogo e investigador del Centro de Estudio Políticos de la UCAB, quien indicó que en el momento actual que vive Venezuela es necesario tener en cuenta que “las transiciones no dependen únicamente de acuerdos de élites, aunque estos sean necesarios, la movilización de la sociedad también es importante y la experiencia demuestra que debe tratarse de una movilización no violenta”.
Fermín, quien apuntó que la efectividad de la movilización pacífica de la población es 60% más efectiva que los métodos violentos, confronta el argumento de que no es posible enfrentar un régimen autoritario con métodos democráticos. “Es posible y es más efectivo porque esos cambios tienden a ser duraderos. Cuando los cambios se producen de manera violenta quedan resquemores y lo que se logra en términos de democratización se revierte muy fácilmente”
Juan Manuel Trak, coordinador del Proyecto Integridad Electoral Venezuela del CEP-UCAB, abordó un tema medular: ¿cuán demócratas son los venezolanos? La respuesta partió de una investigación realizada en 2014, que reveló que los venezolanos sentían poco respeto por las instituciones y manifestaban un bajo nivel de tolerancia a las diferencias políticas.
“Para los venezolanos, la democracia es vista como una vía para alcanzar la satisfacción de necesidades materiales; así que cualquier proceso de democratización debe pasar por el fortalecimiento de la efectividad las instituciones”, afirma Trak.
El historiador Ysrrael Camero afirmó que el Gobierno se ha tornado más autoritario “al no contar con el liderazgo carismático de Hugo Chávez, el fracaso socioeconómico, la pérdida del orden público y el derrumbe de la popularidad. Venezuela está en una encrucijada: hay unas fuerzas que promueven a la democratización, pero también hay fuerzas que tienden a la autocratización”.
La historiadora y profesora de la UCV, Margarita López Maya, denominó como “ilusión de la democracia” el período en el cual la renta petrolera permitió complacer a todos los sectores sociales sin necesidad de hacer sacrificios ni establecer consensos reales. Explicó que la crisis actual requiere que los distintos sectores de la sociedad tomen conciencia de que ya no hay renta petrolera para tapar las divergencias y por tanto todos tienen que hacer sacrificios para tener una sociedad más justa y con más libertades.
“Cuando uno está desesperado se aferra a cualquier mesías”, apunta López Maya a propósito de la progresiva militarización de la política nacional. “La democracia tiene su precio: o se compra la democracia o se compra otra cosa. Ya tenemos una experiencia lamentable encima y algo tenemos que aprender de ella; ya tuvimos una crisis similar y salimos buscando un líder carismático; ¿ahora vamos a salir a buscar otro líder igual a ver si nos repite la historia?”.
Ronald Balza, economista, destacó las debilidades que podría enfrentar el país al momento de iniciar una transición que implique cambios en el modelo actual. “Hay grupos vulnerables que dependen del mantenimiento de los controles. Por otro lado habría que plantearse que tras el desmontaje de, por ejemplo, el control de precios, posiblemente la oferta no responda rápidamente por la quiebra de empresas y la falta de inversión que ha habido en los últimos años”.
Entre la audiencia se encontraba el abogado y político Eduardo Fernández. Afirmó que no es posible tener un régimen democrático sin consenso. “Donde no hay diálogo no hay democracia. Aquí hay una creciente militarización y la formación militar es incompatible con la democracia; los militares son formados en el arte de dar y recibir órdenes y la democracia no es eso sino dialogar, promover consensos, entendimientos y tolerancia”.
El rector de la Universidad Católica Andrés Bello, s.j. José Virtuoso, explicó que este tipo de encuentros impulsan la búsqueda de fórmulas para “institucionalizar nuestra democracia, crear canales efectivos para la participación a través de reformas electorales, compaginar la democratización con la inclusión y devolver a los civiles a un papel preponderante en la sociedad”.
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